Recordar que quedó pendiente la ascensión a dicha cumbre cuando, en abril de 2009, al llegar a Goriz el guarda nos comunicó que existía nivel 5 de avalanchas de nieve, descartando obviamente Pedro, Guillermo y yo la opción de coronar.
En un principio Guillermo, mi primo Jorge (próximo cursillista del curso barrancos y espeleo), Pedro y un presente éramos de la partida, pero Pedro nos comunicó que no acudiría y se nos unió un nuevo miembro a la expedición.
Cual fue la sorpresa cuando finalmente nos acompañaron cuatro integrantes más a nuestro viaje, por lo que finalmente un grupo de 8 personas + un perro nos fuimos el viernes por la tarde rumbo a Ordesa.
Decidimos hacer noche de vivac antes de llegar a Torla y por ello una vez caída la noche tuvimos que hacer una parada en el embalse de Arguís, entre Huesca y Sabiñánigo. A la mañana siguiente emprendimos dirección al valle de Ordesa.
Decir cabe que cada integrante tenía diferentes previsiones de ruta programada, unos hasta Góriz y Rafa y Paco, dos de los últimos integrantes no tenían intención de subir y se iban a quedar por Bujaruelo, pero tras convencerlos nos subimos los ocho al Bus y también el perro, que lo camuflamos dentro de una bolsa de viaje fuera del alcance del busero.
Antes de las once iniciamos nuestro camino por el prado de Ordesa, haciendo una parada a comer una vez pasadas las cascadas y gradas de Soaso. Primer contratiempo, a Paco se le enfrió la rodilla que tenía tocada y decidió que no continuaba, quedaba apenas media hora hasta llegar a la cascada de la Cola de Caballo. Rafa decidió que le acompañaba y harían noche en el camping de Bujaruelo (ya nos veríamos el domingo para regresar todos juntos) pero antes quería llegar a ver la cascada, ya que apenas la recordaba de su primera visita al parque.
Por la cascada apenas caía agua, ya no quedaba agua del deshielo y no se habían producido apenas lluvias durante agosto y lo que llevábamos de setiembre. No subimos por las clavijas, ya que Juan, uno de los integrantes, tiene un brazo inutilizado de un accidente de moto, subimos por las curvas que enlazan con el camino que viene de la senda de los cazadores.
El cansancio se hacía ya mella cuando empezamos a divisar la caseta que está al lado del refugio de Góriz. Una vez en Góriz, observamos la gran cantidad de tiendas de campaña que habían alrededor (sobre unas de 30) a las que se unieron nuestras 3.
Una vez instalado el campamento nos fuimos a tomar unas cervecitas al refugio donde tras un rato educadamente nos invitaran abandonar el refugio, ya que por la gente que había iban a hacer dos turnos de cena. Esa noche dieron más de 140 cenas. Durante este descanso Juan nos dijo que ya tenía bastante con haber subido a Góriz (era su primera vez que había hecho una ruta larga de montaña). Nos acompañaban Luis, hermano de Juan, y su novia Amparo, bomberos ambos del Ayuntamiento de Valencia, quienes también nos comunicaron que no tenían intención alguna de ascender el Monte Perdido. Se encontraban cansados. !!!Animo Mario, este año la oposición es tuya !!!
Abandonamos el refugio y no tuvimos mas remedio que entrar en las tiendas pues comenzaba a llover, en una tregua que nos dio salimos a hacer la cena que nos la comimos a última hora pasada por agua. No había otra solución que acostarnos y programar la diana a las 6 de la mañana.
Tras hacernos un poco los remolones y una vez desayunados antes de las siete de la mañana, Guillermo, Jorge y un servidor iniciamos las primeras rampas dirección al Lago Helado, siendo unos de los primeros grupos de avanzadilla dirección al Monte Perdido. Tras dos horas de ascensión constante llegué al Lago Helado (2.980m) y pude cerciorar con mis propios ojos las infortunables noticias de una pareja que me había cruzado apenas hacía 10 minutos, quienes me habían indicado que en la escupiderera (últimos 300 metros de ascensión) había hielo y nieve y no recomendaba la ascensión al Monte Perdido sin los crampones, debido a que las lluvias acaecidas la tarde-noche del sábado lo impedían.
La pala de la escupidera imponía, al igual que impresionante era la vertical del Cilindro de Marboré.
Así que no cabía otra que esperar a mis compañeros y que echaran ellos un vistazo, reponer fuerzas almorzando tranquilamente para después descender hasta Góriz donde nos esperaba el resto de integrantes de la expedición.
Mientras comíamos algo y con la vista puesta en la escupidera ya estábamos encontrando un hueco en la agenda para nuestra próxima visita, que esperemos sea la definitiva para ascender el Monte Perdido.
Tras recoger las tiendas iniciamos el descenso hasta la pradera de Ordesa, acompañados esta vez hasta la cola de caballo por un grupo de marmotas que se asomaban a nuestro paso informándose entre ellas del peligro que las pudiera acechar.
Tras una marcha de tres horas llegamos al parking y cogimos el autobús para posteriormente reunirnos con Paco y Rafa y contarles como nos habían ido las cosas.
Durante el camino de regreso a Valencia Guillermo y yo no nos quitábamos de la cabeza, el infortunio de no poder coronar el Monte Perdido en nuestras dos visitas. ¡! Pero atentos Tracaleros!!!, antes de que acabe el año estará colgada en nuestro blog la crónica de nuestra próxima ascensión al Monte Perdido, esta vez con cumbre.
Actividad: 12 y 13 de septiembre
Redación y fotos: Raimon
2 comentarios:
Hay tres misterios que resolver, el misterio de Fatima, el Misterio de Mudalar y por último el misterio del Monte Perdido. Tiempo al tiempo, el de Fatima y el de Monte Perdido tienen fecha de caducidad, ahora lo de Mudalar...Muy buena cronica, y el ultimatum ya esta dado. Pronto veremos resultados, de momento (2-0)
:)) Victor,,tiempo al tiempo,,mudalares más grandes han caido,,a lo mejor juego un partido amistoso con el perdido en octubre,porque no me llegan los dirhams para ir a Marruecos,buena cronica Raimon,,y muy buena compañia.. Pedro..
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