Pelopin (2007 m) desde el Puerto de Cotefablo

Aprovechando las navidades y el siempre sorprendente paisaje blanco del pirineo oscense, programamos una sencilla ruta de raquetas. El objetivo, el pico Pelopin, uno de los más frecuentados del valle de Torla por su cómodo acceso y sus vistas del macizo de Ordesa. La ruta se inicia justo antes del túnel de Cotefablo. Tras calzarnos las raquetas a escasos 5 metros del coche, iniciamos la ruta en busca de las lomas cimeras.

El itinerario, muy concurrido en estas fechas por su accesibilidad, presentaba una huella muy marcada y sin ninguna pérdida. Quizás los tramos iniciales que discurren por una ladera boscosa, sean los que presenten “alguna” dificultad adicional, al tener que ladear alguna pendiente invadida por surcos y algún tronco inoportuno.

 Sin embargo, poco a poco nos vamos acercando a la divisoria de aguas que supone un puerto de montaña donde el aire canaliza con más fuerza, dándo ciertos tintes “épicos” a la ascensión. Pero nos vamos acercando de nuevo a la siguiente ladera, la cual flanqueamos en progresivo ascenso hasta alcanzar la loma cimera. En este punto se abre en el otro lado del valle un bonito már de nubes, un mar algo picado por el viento pero que nos permite disfrutar de un sol espléndido.

Por el camino, unas formaciones heladas nos acompañan. Se forman en la vegetación que nos acompaña y que casi siempre hace caer en el error al ojo humano, pues si bien nadie se plantea de dónde sopla el viento cuando se encuentra con estas formaciones denominadas “cencelladas”. Tampoco voy a desvelar el misterio. Simplemente comentar que este hielo se forma en lugares donde la niebla, el viento y el frío se alían por unos instantes para esculpir estas diminutas (y no tan diminutas) formaciones heladas.

Y con la compañía del viento, de las cencelladas, del sol y navegando sobre este espléndido mar de nubes, alcanzamos la fría cumbre de este pico aragonés.

Un año más, conquistamos un cachito de nuestro pirineo aprovechando las blancas navidades que siempre aguardan estas montañas.

PD: premio para el que acierte la dirección del viento.

Redaccion y fotos: Mario Gastón