Decidimos ir a esta cueva por los buenos ratos que ya pasaron no hace mucho un grupete de compañeros de Tracalet. Esta vez conseguimos animar a más gente, incluso alguno repitió de la última vez.
El grupo lo formamos Miguel Angel, Guillermo, Carlos, Popi, Pit, Manu, Jhonatan y Yo (Arturo). Todos sabíamos que la aproximación era corta pero dura, llegamos a la boca en dos grupos los que tiran para delante pero que a veces acaban perdiéndose y los rezagados que ven como los de delante se equivocan y consiguen ponerse en cabeza aunque por poco tiempo, ...bueno, esto no fue lo que paso. Esta vez fue los rezagados que nos perdimos, yo iba en ese grupo y después de perdernos y lo que nos costó subir, la avanzadilla ya estaban acabando de almorzar.
Nos enfundamos los trajes de neopreno y para dentro. Todos estábamos animados a pasar un sifón de la que hace famosa esta cavidad aparte de ser la cueva más profunda a nivel mundial desarrollada en yeso.
Avanzábamos por el túnel y era alucinante la cantidad de agua que caía por las paredes, estalactitas... en particular en uno de sus pozos parecía que llovía a mares. Pero no parecía suficiente, conforme descendíamos no parecía que fuera cargada de mucha agua.
Llegamos al primer sifón que se podía pasar sin problemas. Ahí Guillermo nos advirtió que la última vez que vino el sifón estaba más tapado. Pero las ganas no decayeron, queríamos pasar el último sifón que se encuentra casi al final del túnel.
Ya llegando al sifón se confirmaban las sospechas, NADA de agua. No pudo ser, dimos media vuelta y para fuera. Aunque no hubo sifón, la actividad merece la pena y se te queda esas ganas de volver a ir para pillarlo con agua por lo que seguro que habrá otra visita.
Redacción: Arturo
1 comentarios:
Pues personalmente a mi no me interesaba que el sifón estuviera tapado,,de todas maneras bajé hasta el sifón terminal y nadie mas vino a la parte mas honda de la cavidad, no me lo explico, que de divertido se le puede ver a un paso con agua????
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