“...Vamos a intentar hacer punta...” (-220 m.)

La sabiduría popular cuenta que un espeleólogo entró con su hijo, un niño de unos cinco años a una caverna muy oscura; que el niño al sentir miedo dijo en voz alta: Padre, esto es feo; el eco repitió FEOOOO. El niño dijo: tengo miedo. El eco respondió: MIEDOOO. El niño dijo: esto es horrible; el eco respondió: HORRIBLEEEE. El niño se aferra al padre y le pregunta: Padre, qué es eso? El padre, para darle una enseñanza, le responde: Eso es la vida, hijo, lo que tú le des, ella te devuelve aumentado. Compruébalo: dí palabras bonitas y verás: El niño grita: "Bonito", el eco responde: BONITOOO. El niño grita: "hermoso", el eco responde: HERMOSOOO. El niño grita: "maravilloso" el eco responde: MARAVILLOSOOO.

A que viene esta bonita enseñanza... pues que, cuatro espeleólogos impacientes por una sima exigente y técnica, la vida nos respondió aumentado con creces teniendo que dar todo de nosotros en esa gran fractura en la tierra llamada Pablo Pujol (A-10).

Los integrantes de esta excursión eramos Raimon, Pich, Carlos, Manu, Andres y servidor (Arturo), cargados con casi 600 metros de cuerda, fuimos directos sin hacer paradas (almuerzo popular valenciano al bar del pueblo). De por que tanta cuerda?, por la gente que eramos y el tipo de simas que eran decidimos hacer dos grupos de 3 personas para dos simas diferentes, la Avenc Pablo Pujol (-220) y Avenc Pilar (-235). En un principio nos habíamos repartido de la siguiente forma APP < Carlos, Andres y Arturo> y AP < Raimon, Pich y Manu> pero todo cambio cuando almorzando antes de equiparnos apareció un vehículo con cuatro personas que iban a lo mismo que nosotros. Eran unos veteranos del club excursionista de Valencia. Justamente iban hacer la del Pilar por lo que después de unos minutos de organización se decidió que Manu se fuera a APP y Raimon y Pich fueran con este nuevo grupo. Nos repartimos el material y directos a las simas.

“Pich son las 13:00 estamos entrando. Vamos a intentar hacer punta. Saldremos tarde.” Este fue el sms que Andres inocentemente mando antes de bajar para que no se preocuparan. Como la cavidad es muy profunda y a todos nos gusta lo de manejar el material... decidimos que todos instaláramos y desinstaláramos. Así teníamos todos la oportunidad de practicar.

Empezó Carlos a instalar y poner en practica lo que le enseñaron en el curso de perfeccionamiento de la semana pasada, no lo hizo nada mal, solo la orientación le fallo un poco para saber que vía coger puesto que después del primer pozo habían dos opciones. Pero no pasaba nada ya que había una ventana que podías pasarte a la vía que queríamos hacer en un principio. Después de ubicarnos por donde es el siguiente pozo cambiamos de instalador !ahora me toca mi! Todo iba bien, los spits se encontraban fácilmente en esa inmensa fractura. Cuando llevaba unos metros instalando a alguien se le cae una chapa, y fue en ese momento cuando me di cuenta donde estaba. El sonido de la chapa al caer golpeando las paredes del pozo, me pude hacer una idea de la inmensidad que había bajo mis pies. Al terminar este pedazo pozo, le tocaba el turno a Manu. Tenia por delante dos buenos pozos mas, que solucionó sin problemas. El cansancio se dejaba notar por el tiempo que llevábamos dentro y por la humedad y el frío que empezó anotarse cuanto más bajábamos.

Después de destrepar unos metros llegamos a una gatera que se hizo dura pues toda la zona estaba muy mojada y embarrada pero saliendo de ahí ya nos quedaba la fase final que la remató Andres. Como si de un barranco se tratara se puso a instalar sin titubeos llevándonos a todo el equipo a punta como se dijo en el sms. Quedaba pues... por encima de nosotros 220 metros hasta la boca. Cuanto más lo pensabas más duro se te hacia. Volvimos al sistema de turnos para desinstalar. Y poco a poco lo fuimos consiguiendo. El primero en salir fui yo, después Andres que como a mí, el ultimo pozo se nos hizo eterno. Y era en ese momento donde se precisaba una instantánea del momento justo después de la subidita que se hizo el amigo Andres.

Como llebabamos ya un rato esperando que salieran Carlos y Manu. Y estábamos empapados de sudor, barro y agua mas el frío de la noche, no se hacia agradable la espera. Desde la boca que ya se veían como solo les quedaba el ultimo pozo por subir les avisamos de que nos íbamos para los coches.

Fue aquí donde ya todo parecía terminado, Raimon y Pich ya estaban desde hace un rato esperándonos en los coches y en cosa de una hora como mucho ya estaríamos saliendo de Barx, pero estos no aparecían. Pasaban los minutos pero seguían sin venir. Hasta que se divisó los frontales en medio de la montaña pero curiosamente no avanzaban, fue entonces cuando a grito pelado nos pudimos comunicar con ellos. Ya serian las 2 a.m. Y estos se habían salido de la senda creyendo que eligieron un camino equivocado. Al final consiguieron salir, pero seguro que se cagarían en todo... será una noche que no olvidaremos.

Fecha de la Actividad: 30 de Abril del 2011
Redacción: Arturo
Fotos: Andres