El despertar del domingo 15 de enero después de una noche de autos, a mi entender fue un poco brusco, con esto no crítico la acción de nuestro compañero Pit, ya que yo me adapto a todo y no suelo sufrir de resaca, pero hay que disculparlo porque unos desaprensivos tracaleteros (entre los que me encuentro) prolongaron un poquito la noche del sábado y Pedro solo dispuso de apenas 5 horas de sueño.
Después de las actividades del sábado, Sima del Pulpo, La Higuera y Sima del Pozo, nos fuimos a cenar al Bar La Fábrica de Cieza (Murcia). Muy buena cena por cierto: unas tapitas de entrante, para después acompañar con un trozo de carne, la mayoría se metieron un entrecot o solomillo entre pecho y espalda, regado de un buen vino de Jumilla. Después de unos cafés asiáticos tradicionales de esta zona (café + leche condensada + un quemadito de coñac con limón y granos de café con un ligero toque de canela en polvo), por gentileza de la casa nos pusieron un chupito de la bebida oficial del club. Como casi siempre un chupito te deja la miel en los labios, Iván que estaba inspirado reunió una comuna y conseguimos del amo del bar una botella de pacharán, pacharán que prolongó la estancia en el bar hasta que gentilmente abandonamos el local puesto que ya estaban fregando el salón. Se ve que también supo a poco la bebida que habíamos ingerido y casi llorando les pedimos que nos diera alguna botella de su dispensario. No logramos pacharán, contentándonos con una orujo miel que quitaba el hipo, jejejeje.
Esa última botella fue la responsable de que se alargara la noche, se bailará un trenecito y que los más noctámbulos hiciesen corrillo. Algunos de ellos no tenían prisa porque habían decidido no ir a la sima del Pulpo. Después, en la madrugada, a algún tracaletero se ve que no le sentó muy bien el orujo miel.
Pero también hay que darle las gracias a Pit ya que éramos quince personas y a primera hora de la mañana nos puso a todos en vereda porque había que cumplir con las actividades planificadas. Yo no tenía bien claro irme a escalar, acompañarles si, pero cualquiera le decía que no a Pedro.
El grupo Sima de Pulpo (Guillermo, Ingrid, María, Manu y Carlos Salsa) lo tenía claro, descansaban y no realizaban la actividad, desde el refugio salieron hacia Valencia parando a almorzar en la Font de la Figuera. El grupo La Higuera debía de hacer la actividad puesto que los dos José Luis habían venido el sábado desde Valencia y se tenían que devolver las llaves de entrada a la sima en el bar del pueblo. Iván y Arturo mientras los jaleaba Paquito poco a poco se iban recuperando mientras Popi preparaba el material.
Yo no las tenía todas conmigo, hacía tiempo que no escalaba y menos en clásica, ya que en esta modalidad era el bautismo de Jero y mío, además de enfrentarnos a una pared de 200 metros que desde la lejanía ya imponían sus verticales.
Pero teníamos a dos buenos maestros como compañeros de cordada (Pit y Paco) que nos daban total seguridad, después de encontrar el camino que nos dejaba en las faldas del Almorchón, y tras almorzar disfrutando del sol que hacía, realizamos la aproximación al inicio de la pared. Una vez, en la base la cosa tenía otra pinta, lo cual definitivamente me animó y Pedro y yo iniciamos la escalada.
Constaba de 4 largos de unos 40 metros aproximadamente, más un último repecho que cresteaba hacia el pico final. Los pasos no revertían mayor dificultad, para mi claro que iba de segundo, serían de cuarto grado y la mayoría los enfrentabas con claridad.
Las repisas eran cómodas para 3 personas. Si que había una salida complicada al inicio del segundo largo. Como estaba tan pendiente de la ascensión no me acordé de que llevaba la cámara de fotos hasta el inicio del último largo, es por ello que apenas sacamos fotos mientras escalábamos.
Una vez finalizada la escalada, como he comentado antes se puede crestear hasta el pico, pero por la hora pero se ha de bajar por la otra cara y dar toda la vuelta al Almorchón. La bajada se iniciaba con un rápel de unos 15 metros y existía la posibilidad de iniciar otra escalada a una aguja pero aquí los pasos ya eran más comprometidos, quintos y sextos grados. También por la hora, sobre las 15:30 de la tarde, decidimos continuar por el barranco hasta llegar a los coches descendiendo otro rápel de unos 25 metros.
Redacción: Raimon
2 comentarios:
En la foto que salgo aun llevo cara de mosqueo,,,,tranquilos que no habran más,,,me llevare el saco y me iré a dormir en mitad del monte..Los pasos "mas" dificiles fueron de 4+ , la pared de 290m. y las 5 horas de sueño 3 y media o cuatro como mucho..
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