Propuse en el Foro de Quedadas para hacer el Barranco del Nacimiento y después Otonel. Hace casi un año que no he vuelto a pisar estos barrancos y les tengo ganas. Ningún miembro del club dio señales de vida, excepto el Capitán Pescanova.
Llegamos a casa después de la reunión mensual del Club y comentando la actividad del día siguiente, se me cruzó alguna neurona y cambiamos radicalmente de destino.
Me pongo a buscar información de los senderos, pistas, accesos, topos y a dormir que mañana nos espera un buen tute.
Nos dirigimos a la comarca dels Serrans (pista de Ademuz), pero nos pasamos de largo y nos colamos en la provincia de Teruel, concretamente en Losilla, aunque pertenece a la Comunidad Valenciana, parte de los barrancos descendidos son de Teruel.
El objetivo era descender el Río Arcos, concretamente el tramo donde se engorga llamado Las Torcas. No queríamos realizarlo de la forma clásica, dejando el coche en el molino abandonado del Tio Juan Miguel a orillas del río, descenderlo dejando cuerdas fijas y volver al coche remontandolo. Es lo que hace la gran mayoría por no decir todos, y ahora entiendo el porqué.
La idea era que con un solo vehículo descender el Barranco Escaiz, las Torcas y salir por la izquierda ortografía, superando un desnivel de 300m y llegar al coche.
El despertador suena a las 7:30. A las 9:30 ya estamos en el parking previsto y con los trastos en la espalda.
Nos dirigimos en busca de la cabecera del Escaiz.
Barranco con tan solo cuatro rapeles, el mas alto de 22m, bastante escavado y muy sinuoso.
Tenia la impresión que sería otra cosa, a peor claro, pero no está mal.
A las 10:00h ya en cabecera, almorzamos, nos equipamos y para abajo.
Primer Rapel Escaiz |
La primera mitad con rapeles bastante seguidos, pozas con agua estancada totalmente evitables.
La segunda parte transcurre sin apenas desnivel, por paredes muy formadas y con bastantes cambios de dirección.
Es un afluente del Rio Arcos, con lo cual llegamos directamente al curso activo de agua y justo al Molino del Tio Juan Miguel.
Eran las 12.00 cuando llegamos al Rio Arcos, pero lo peor estaba por llegar, lo sabíamos y ya estábamos mentalizados.
Desembocadura Escaiz en el Río Arcos |
Nos enfundamos los neoprenos y, al agua patos.
Los primeros dos cientos metros transcurren por una bonita chopera, hasta que las paredes van ganando altura, haciendo desaparecer cualquier rastro de vegetación e introduciéndonos en otra dimensión.
Nos quedamos boquiabiertos al contemplar, al fondo, el primer pasillo, con sus majestuosas paredes y con una anchura de no mas de dos metros entre una y otra. Por un momento parecía que nos habíamos tele-transportado al Pirineo o Guara.
Cada vez las paredes ganan mas altura y el sonido del agua es ensordecedor. En varios puntos no nos oíamos el uno al otro.
Cuando parece que el pasillo se termina, viendo un rayo de sol entrando, vuelve otra vez a empezar el siguiente.
Nos vamos encontrando cuerdas fijas para que la gente pueda remontarlo, no era nuestro caso.
Después de hora y media al barranco termina por abrirse dando paso al rió. Es el punto crítico donde no podemos fallar al encontrar nuestra salida.
A ambos lados, aunque ya se había abierto, daba paso a unas laderas con bastante arbolado, monte bajo y con un grado elevado de inclinación.
Nos quitamos el neopreno y nos preparamos para lo que viene.
Buscamos cuidadosamente a ver si vemos indicios de senda, camino, mojón, etc, etc, etc, pero no vemos nada evidente. Se aprecia un pequeño rastro en la ladera parece algún paso de animales para bajar al río a beber agua, pero con lo empinado que está, ni una cabra se atrevería a bajar.
En el cauce antes de empezar la ascensión. |
Untuíamos que era por ahí. Decidimos subir cogiéndonos a cualquier cosa solida donde poder traicionar. Paso tras paso, o mejor dicho, a cuatro patas, vamos ganando altura luchando entre matorrales y carrascas.
Conforme avanzábamos se iba difuminado el minúsculo camino para luego volver a aparecer. Lo perdimos en varias ocasiones, pero acabábamos encontrándolo.
Por fin, salvado un desnivel de mas de 200m, la progresión se hace un poco mas cómoda. De repente lo que aparentemente parecía la senda, gana unos centímetros por cada lado, convirtiéndose en una autentica senda.
Unos metros mas adelante encontramos el primer hito y otra senda mas ancha, era un sendero de pequeño recorrido que nos llevaría hasta Losilla.
Ese era el que pretendíamos encontrar y al fin lo conseguimos.
La senda transcurre por la derecha orográfica del Barranco del Mas de Soria, dejándonos una bonitas vistas del mismo. Solo dos horas mas y ya estábamos en el coche.
La actividad estaba prevista realizarla en siete horas, la hicimos en seis horas, sin prisas pero sin pausas.
Redacción: Andrés
Fotografía: Carlos y Andrés.
5 comentarios:
Joer Andriu, mas calentita no puede ser la cronica, ¿que la ibas redactando mientras descendias el barranco, eeehh?.
Yo lo hice hace unos años pero remontandolo, muy chulo el tramo encañonado.
Manu
Cogemos nota. Así ya tenemos referencias. Pero haz la pausa ya... :D
Arturo
Ahi estamos!!, con los neoprenos todavía húmedos, colgando la crónica. Actividad muy chula.
Víctor
Molt bona pinta el barranc!!
La cronica ja ni te dic, a este ritme arribara el dia que se faran antes les croniques que les activitats...jajajaja
salud!
Pich
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