Cascada de Domeño

El 28 de Junio fue el día marcado para que una pequeña representación de Tracalet compuesta por Borja y el que escribe (Roberto). Se aventurara a descender esta gran cascada, que sirve como regulador del embalse de Benagéber.

Desde Valencia, cogimos la carretera de Ademuz y pocos kilómetros después de Losa del Obispo nos desviamos por un camino asfaltado hacia la izquierda, para ir hacia la cascada, la cual se ve ya desde la carretera. Fuimos por el camino hasta llegar a un puente bajo el que decidimos aparcar.

Pegado al puente está la central eléctrica del embalse. Hasta ahí todo claro pero, a pesar de haber buscado toda la información que pudimos y de ir con reseñas y demás, la aproximación a pie no estaba nada clara. La reseña nos indicaba que al cruzar el río había una valla y que siguiéndola nos iba a llevar prácticamente a la cabecera. Pues sí, no se equivocaba pero, una vez debajo del puente, ¿dónde está la valla? Mirando y mirando la única valla que veíamos era una que iba por encima de la central eléctrica, así que hacia ella nos vamos. Cruzamos el río y después de subir rodeando la central por la derecha llegamos a la valla que veíamos desde abajo, para darnos cuenta de que esta no podía ser, ya que era casi imposible avanzar pegado a ella. Pues nada, otra vez a mirar y mirar, cuando por fin, vimos la que buscábamos, con una senda pegada a ella y que iba en la dirección que queríamos. La dichosa valla está al cruzando el río por debajo del puente, a la izquierda de la central y no a mucha altura desde el agua.

Una vez en la senda que va paralela a la valla ya no tuvimos ningún problema en acceder a la cabecera.

Echamos un ojo a las instalaciones, que se veían desde la orilla contraria. En este lado decidimos equiparnos, antes de cruzar la tirolina hecha con cable de acero. Una vez en la orilla correcta, sólo nos quedaba descender la vertical.

La fraccionamos en tres rápeles, mojándonos sólo  en el último, el de 50 metros y no era mucha el agua que nos alcanzaba.

Llegamos a la base de la cascada y aprovechamos las pequeñas pocitas de agua que allí se han formado para refrescarnos un poco, ya que el calor apretaba bastante. Cuando tuvimos bastante recogimos y tomamos un camino hacia la izquierda, que en 10 ó 15 minutos nos dejó otra vez en el coche, donde dimos por terminada una actividad corta, pero genial.

Redacción y fotografía: Roberto