KARST DEL GUADIELA: Mata Asnos y Sima del Campo
(El Pozuelo – Carrascosa)
Del
06 al 08 de Junio de 2014
Viernes,
06/06/2014
Partimos
a las 18h hacia Cuenca. Los objetivos son: sábado Mata Asnos, domingo Sima del
Campo.
Ya
en la provincia de Cuenca el cielo está muy nublado, a lo lejos se ven las
cortinas de agua y finalmente en la
carretera nos descarga un chaparrón.
Vamos muy pendientes del tiempo por dos razones: la primera y más
importante porque pretendemos visitar dos sumideros y la segunda porque tenemos
intención de pernoctar en tienda de campaña.
Llegamos
a Beteta, cenamos y decidimos ir a buscar el refugio de la Torreta cerca de
“Las Juanas” pues el cielo no deja de iluminarse con relámpagos y así nos
aseguramos que dormimos secos. Fue un acierto pues, además de no estar ocupado,
está recién reformado y no muy retirado.
Sábado,
07/06/2014
A las 7h en pie, desayuno, recogida de bártulos y a Mata
Asnos. Llegamos sin problemas
,
las pistas no están en mal estado, un poco más tocado los últimos 800m y además
ha llovido por la zona.
Bajamos
a ver la boca.
Impresiona…
Ya nos advierte que va a ir cargadita de agua, tanto por las pozas inundadas de
la entrada como las marcas de barro en las paredes del barranco…, el sumidero
ha estado bebiendo mucha agua y por la humedad del terreno no debe de hacer
mucho.
Las
predicciones del tiempo son estupendas: probabilidad de agua 0% y un sol
radiante pero…, no se corresponde con la realidad. Nos vamos equipando y además
comemos todo lo que podemos antes de entrar pues, “lo que va davant, va
davant”. Otro acierto pues después la cavidad no te va a dar opción a
permanecer parado más de 5 minutos sin comenzar a congelarte, cuanto menos a
echar un bocado. Conforme va pasando el tiempo el cielo se va llenando de nubes
aunque no son de tormenta pero, ¿cuánto tarda en formarse una?
Son
las 11 de la mañana. No parece preocuparle a Toni pues allá que se lanza a
instalar la rampa resbaladiza de entrada, pasamanos de acceso y primeros
rápeles, todo ello preludio de lo exigente que va a ser la visita, desde el
primer mosquetón.
Llegamos
a la base de la gran sala de entrada y a nuestra derecha el comienzo del
meandro, donde el techo pierde altura y a través de enormes troncos apilados,
el Paso de los Troncos, comienza el “sin vivir”.
Las
marmitas están inundadas y te obligan a progresar en oposición o por el agua.
Los
dos osados lo hacen en oposición, la menos dada se mete al agua, pero sólo
donde cubre por debajo del culete pues no llevo neopreno, cosa que no entiendo,
con lo que se simplifica tanto sufrimiento... Donde la marmita es muy profunda
y has de mojarte más no queda más remedio que opositar como ellos.
Son
dignos de verlos mover trepando por las paredes como arañas, en pasos
imposibles, tomando altura buscando pasos más estrechos pues la marmita se va
ensanchando en su base. La oposición no permite error ninguno: resbalón de pie,
bota o mano es caída garantizada pues no llevamos ninguna seguridad y en
algunos pasos la altura es superior a 5metros.
En
otros tramos el meandro se estrecha tanto que no es posible progresar por la
base y de nuevo es obligatorio tomar altura o el paso es tan bajo que habría
que sumergirse entero o en otros donde simplemente llega a sifonar.
Sea
como sea, la progresión por el meandro es de todo menos cómoda, sólo en
ocasiones contadas con los dedos de una mano darás 3 pasos seguidos por su
cauce, salvo esto, todo lo demás será trepar, destrepar, opositar,…, esto
parece una penitencia…
Y
las sacas…, malditas sacas…, tu horrible compañera…, sólo pensando en
abandonarla en cualquier lugar, renunciar a todo lo que llevas dentro sólo por
no hacer un solo paso más con ella…
El
meandro va haciendo meya en el cuerpo, se nota el cansancio y aún hay que
llegar a los pasamanos…
La
entrada a la zona de los pasamanos nos obliga a decidir si optamos por la
opción de más oposición por meandro estrecho o laminador de techo bajo. Como
los compañeros de Viana nos aconsejan el laminador y más si arrastras saca, dos
de nosotros elegimos este paso y un tercero la oposición. El laminador acaba
mojándote por completo y además te topas con el Paso del Estribo. Me pareció el paso más horrible de
toda la visita, ya a la ida, pero es que a la vuelta sólo me faltó rezar el
Padre Nuestro, pues la lagrimilla ya me caía… (El lunes, el compañero de Viana
me comentaría por teléfono que el paso del estribo está instalado para
progresar por el meandro, en el laminador no sirve de nada…, como nos quedó
claro “in situ”).
La
primera cuerda fija que encontramos nos indica que ya llegamos al primer tramo
de pasamanos que por suerte está recientemente instalado en fijo por el grupo
Viana. Esto nos evita tener que llegar hasta allí arrastrando más sacas con
material.
Pasamos
el primer tramo de pasamanos en fijo. A continuación el segundo tramo, con
marmitas muy profundas, y llegamos al P8 y P5 o Pozo del Arco. Francamente toda
esta zona es preciosa.
De
aquí al pasamanos de acceso y cabecera del P20. Este pozo está lleno de coladas
y banderas además de tener un tamaño espectacular en comparación con el meandro
que veníamos siguiendo.
Esto
nos deja por fin en la zona del río, parada de no más de 5 minutos para tomar
algo y nos acercamos a ver la Galería Fósil. Ésta nos regala algún rincón
bonito.
Y
retrocedemos. Ahora visitaremos las galerías por donde discurre el curso
activo.
Todo
este recorrido es mucho más cómodo pues ya no llevamos aparatos y podemos
progresar andando erguidos aunque entre bloques pero ya no es necesario mojarse
hasta alcanzar Los Gours, previo al Sifón.
Llegado
a este punto el paso es de muy reducidas dimensiones y está prácticamente
inundado. Continuar obliga a sumergirse en el agua así que este es el punto
donde acaba nuestra exploración. Media vuelta y de regreso a por nuestros
aparatos, sacas y base del P20.
La
salida de los pozos y pasamanos instalados en fijo es rápida pero llegamos de
nuevo a los tramos en oposición. Saber lo que te espera por delante sumado al
cansancio que ya es incluso evidente
hace meya en mi ánimo, menos mal que el frío por la ropa mojada no me afecta
porque el movimiento es constante. Por el meandro algún despiste para salir por
el mismo lugar por donde hemos entrado pero como llevamos cuerda improvisamos
algún destrepe asegurados. Así, cada uno a lo suyo y poco a poco vamos
saliendo, de nuevo unos optan por las
oposiciones, yo al agua donde me es posible, “de ahogados al río”, nunca mejor
dicho, por fin comenzamos a ver troncos, lo que anuncia la cercanía de las
cuerdas de salida. Esto me vuelve a subir los ánimos y un último empujón para
salir de aquí que ya tenemos ganas.
¡Vaya
qué sorpresa! Hay dos vías más instaladas pero desde luego dentro no nos hemos
cruzado con nadie. Parece que el domingo Mata Asnos recibirá más visitas. Esta
vez desinstala Pedro y parece que se lo pasa bien: el otro equipo no se lo está
poniendo nada fácil al haber tanto material en la instalación.
Vamos
saliendo, una gran ilusión pues es una hora más que razonable, las 19:30 y
brilla un sol estupendo. Lo mejor de todo, ¡¡¡HACE CALOR!!! Estamos deseando
quitarnos todo lo que llevamos mojado!!!
Una
vez fuera, por fin el compañero Pit nos rebela que ha estado casi toda la
actividad preocupado por las nubes de esta mañana y no nos ha querido
preocupar, pero esa idea no le ha permitido disfrutar 100% pues nos confiesa
que lo que más le gusta de la espeleo es la oposición y aquí se ha podido
hartar de opositar, vamos, Mata Asnos es la REINA de la oposición.
Es
una cueva francamente exigente, eso sí, hablo desde mi punto de vista, aunque
es el comentario más generalizado entre los que la conocen. También es cierto
que es francamente bonita, lo malo es que al ser la progresión tan exigente no
te paras a contemplarla, más bien lo contrario, la maldices. El hecho de tener
que estar constantemente buscando dónde poner pies y manos no te da un respiro
para llevar la vista más allá, lo cual es una pena porque pasa totalmente
desapercibida y no eres consciente de por dónde estás pasando ni de dónde
estás. Parece exagerado, pero hay que estar para entenderlo.
Aprovecho
el hecho de escribir yo la crónica para agradecer a mi compañero Pit y a mi
marido Toni su gran paciencia y su gran ayuda en el tramo de salida para
conseguir superar algunos pasos y es que la oposición es algo que me da mucho
miedo, máxime cuando es en terreno mojado y cuando ya estás muy agotada y las
fuerzas te abandonan y los pasos son “atléticos”, pues el hecho de ver el suelo
tan lejos, pensar el daño que te vas a hacer si fallas, si no te matas, y todo
esto sin la seguridad de una cuerda, cuando los agarres de pies y manos están
mojados y tan alejados unos de otros que no tienes claro si los vas a alcanzar
y vas a resbalar en el intento… Mata Asnos es de esta guisa en muchos casos,
más de los que quisieras, en los que preferirías echarte a llorar antes que
hacer un paso así. ¡¡¡Pero hecho está!!!
Por
favor, la próxima que no sea tan exigente, ¿vale?
Nos
cambiamos rápidamente y de vuelta a Beteta a regalarnos una buena cena con las
cositas ricas de la zona. Decidimos volver al refugio pues ya no nos quedan
fuerzas ni para montar la tienda de campaña y preferimos dormir bajo techo.
Afortunadamente una vez más el refugio es nuestro, no hay nadie, así que en
menos de diez minutos estamos todos tumbados. Mis compañeros me regalan a mitad
de noche un dúo, el que no roncaba ahora resulta que sí, pero estoy tan cansada
que probablemente en un momento yo me una a la orquesta.
Domingo,
08/06/2014
A
las 7h en pie. Nos duele todo el cuerpo. Me consuela que no sea sólo a mi.
Desayuno rápido y a recoger. Estamos tan cerca que decidimos enseñarle a Pit
las bocas de “Las Juanas”.
El
problema es que la Sierra de Cuenca es la perdición de un espeleólogo y nos
cuesta muchísimo salir de allí. ¿Por qué? Porque hay simas por todas partes,
unas que no tiran, otras que sí, a buscar la piedra del camino y a lanzarla al
interior a ver cuánto corre. Algunas de nueva creación, es evidente por la
tierra corrida de la boca y porque no hay spit a la vista… Es como un vicio,
imposible pasar junto a una tremenda dolina y bajar del coche para asomarte a
verla porque tiene que tener un agujero terrible en el fondo!!! Pues así todo
el tiempo…
Cuando
conseguimos despegarnos de allí nos acercamos a conocer el refugio de la
Zapatilla que está tan cerca de la carretera para tenerlo en cuenta en otra
posible visita. Junto a él la Sima de Alcorón con peldaños obrados hasta su
fondo. Tenemos que hacer de tripas corazón para no bajar a verla pues entonces
no vamos a llegar en la vida al Sumidero del Campo. A estas alturas ya hemos
decidido que no la vamos a hacer pues estamos molidos. ¡¡¡Uffff!!!, menos
mal!!!!! por la parte que me toca, jajaja.
De
vuelta al coche y camino al Sumidero se hace la hora del almuerzo que por
supuesto no perdonamos, total, ya sabemos que no vamos a entrar, jajaja.
Y
por fin la pista al Sumidero. Llegamos sin problemas. Nos equipamos y bajamos a
ver el pórtico que es digno de hacerse allí la foto.
Toni
y Pedro se acercan a ver el primer pozo y tras esto Pit siente una necesidad
imperiosa de comenzar a descender. Dice que la sima lo llama…
Mientras
yo me entretengo un rato sacando fotos de la entrada.
Y
finalmente a por la foto que hemos venido a buscar.
Bueno,
hay que decir que nos costó muchísimo conseguir una foto buena pues pusimos la
cámara a echar disparos ella sola y no dejamos de hacer el idiota, con lo cual,
ni una sola valía. Segundo intento, “ahora en serio chicos”, pero nada, otra
vez a hacer los idiotas y lo mucho que nos reímos. Así que, buscando y buscando, creo que esta es la
mejor y más seria:
Y
una vez conseguida la foto sólo nos queda deleitarnos un rato pues a la salida
toca regresar a casa y como no nos queremos ir de allí, cada uno a lo suyo.
Ahora
sí, ya no nos queda más remedio que salir y recoger.
Parada
por el camino a comer ya que llevamos los hornillos
Y
después de esto del tirón a casa. Aquí se acabó la aventura. Eso sí,
planificando una próxima fecha para visitar la Sima del Campo, ¿¿¿cuándo será
la mejor época???
Un
gran fin de semana, cansado, eso sí.
Redacción: Ana.
Video Youtube: Sumidero Mata Asnos
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