Nada más
salir de la cueva de la Autopista el día 13 de Diciembre con el cuerpo dolorido
y polvo hasta las cejas acordamos no volver en una temporada a esta cavidad. Pero como hay tanta piedra y es imposible no tropezar con la misma ni aun evitándolo, una semana después volvimos.
La idea era
intentar llegar a la sala del Jardín ya que nos quedamos con las ganas en la
anterior visita.
Pronto se
cuece el asunto en el foro de quedadas del club por lo que el sábado a primera
hora nos reunimos en Catarroja: Carlos Pérez, Carlos Soro, María, Ingrid,
Raquel y yo.
Llevamos
varias copias de la gran topografía realizada por Miguel Guerrero, una de ellas
en A2, plastificada y unos 500 metros de hilo guía que tanto nos ayudó en la
salida de la semana anterior.
La idea era
no utilizar el hilo guía a no ser que fuera necesario, viendo el recorrido más lógico
en la topo pronto nos dimos cuenta que la topografía es intuitiva pero bien
realizada si se le presta atención, así que desde el principio estuvimos bien
orientados.
Fuimos en
dirección al “caballo” para torcer en breve al SW y por una galería de techo
bajo hasta el final donde hay un pequeño pozo a la derecha.
En este
punto volvimos a torcer al SW para llegar en breve hasta el “embudo”. Desde aquí
había en fijo un hilo guía con el que nos orientamos durante buena parte del
recorrido.
Después de
continuar por una amplia que no alta galería y por diferentes niveles llegamos
hasta la “sala alargada” que reconocí de anteriores visitas y que precede a la
sala “R14”, donde se encuentra el “Agujero soplador”, en el que anteriormente había
un Peón de Ajedrez sobre el paso y que según leí después se descubrió posteriormente
a las primeras exploraciones y sirvió de paso más directo hacia esta zona de la
cueva.
Poco después
y anticipando la llegada a la “galera de las marmitas” y por una pequeña
oquedad en el suelo accedimos a esta galería disfrutona con pasos en oposición,
trepes y destrepes.
Más hacia
delante y aun siguiendo la cuerda llegamos a una zona más amplia, donde nos
desviamos hacia el Oeste dándonos cuenta al poco de que nos habíamos pasado de
largo el cruce con la “galería del pato Lucas” y que tiene un pequeño destrepe
en su inicio.
Retrocedimos
y ya en buena dirección llegamos a la “galería de la Foca”, antesala de la “sala
del Jardín”. En este punto algunos decidieron explorar por su cuenta hasta que
se volvieron a reunir con el resto en medio de la galería. Continuamos en dirección
al “Jardín” admirando las estalactitas y
llegando por fin a la “Sala del Jardín”. Sala con bastantes formaciones, Flores
de Aragonito, pero en un estado lamentable comparándola con fotografías de hace
tiempo. Las formaciones están llenas de polvo y no lucen el blanco nuclear que tenían
anteriormente.
Estuvimos un
rato en la sala haciendo fotos y fuimos a visitar la “sala Blanca”, que en mi opinión
está bastante mejor conservada.
Después de
ver opciones para continuar y ver alguna que otra gaterita que hay por la zona
decidimos regresar a la salida por el mismo recorrido que nos llevó al exterior
en poco menos de cuarenta minutos.
Es una pena
que esta cueva esté actualmente en el
estado que está y que no se haya regulado desde el principio el acceso por
parte de quien corresponda.
No es cuestión
de PROHIBIR sino de regular.
Una
verdadera lástima.
Redaccion: Pit.
Fotos: Ingrid.
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