Pensat i Fet, aprovechando que el viernes algunos teníamos puente.
El día amanecía con amenaza de lluvia, pero aun así continuamos con lo planeado.
Llegando a Calles empezó a caer lo que no está escrito. Aprovechamos para almorzar en un bar de la localidad y a esperar que arreciara.
Finalmente paró de llover e inmediatamente nos fuimos en busca del primer descenso, el Tuesa.
Llegamos al final del cauce para dejar los vehículos y nos asomamos por el puente. Lo primero que vimos fué el agua correr y una espesa vegetación. la gente se quedó un poco parada ya que no teníamos neopreno, pero yo sabía que como mucho nos podríamos mojar hasta los tobillos. Finalmente ni agua ni vegetación. El agua venía por un afluente después de terminar la parte deportiva, al igual que la vegetación.
Este barranco cumplió con creces nuestras expectativas. Algunas partes bien formado, rapeles bonitos y sin molestar la vegetación. Encontramos un poquito de barro pero lo normal después de la tromba de agua.
Aprovechamos para que cada uno instalara un rapel y practicara la instalación de desembragables.
Llegamos a los coches y casi sin respirar nos marchamos al otro descenso que se encontraba justamente en la parte opuesta del pueblo de donde nos encontrábamos.
Barranco Mas de Solaz. Aproximación corta al igual que el descenso.
Destacar que el cauce se encuentra repleto de piedras de cuarzo, curioso sobre todo.
A parte del cuarzo también espáragos. Loli desde que empezó el descenso no paró de recolectar, incluso estando colgada de la cuerda. Menuda tortilla le salió luego.
Llegamos a los coches, empezamos a comer y de repente otra tromba de agua. Nos marchamos velozmente al bar del pueblo donde nos metimos entre pecho y espalda embutido variado de la zona.
Redacción: Andrés.
Fotografía: Cristobal y Andrés.
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