Carlos Salsa y un servidor (Alberto Llabata) nos dispusimos a
adentrarnos en la Sima de la Ereta. De camino a la boca de esta nos
encontramos con que el camino estaba cerrado por una cadena y había
que continuar a pie aunque tuvimos la suerte de toparnos con los
dueños del terreno que, muy amables no solo nos dejaron pasar si no
que nos indicaron como llegar.
Desde el coche y tras un camino de una media hora llegamos a la boca
de la cueva (muy bien situada por la reseña). Nos adentramos en la
cavidad y tras un rato de contemplar las diversas posibilidades nos
retiramos a mitad de recorrido por unas instalaciones un tanto
dudosas a nuestro parecer que hicieron que se nos viniera el tiempo
encima. Volveremos a por mas!
Redacción y fotos: Alberto Llabata
0 comentarios:
Publicar un comentario