El domingo 12 de junio un pequeño grupo del Tracalet nos desplazamos a la población de Confrides para pasar un buen día coleccionando barrancos.
Los barranquistas fuimos Andrés, Carlos Capitán y yo, Roberto.
El barranco del Rincón del Olvido ya lo habíamos descendido anteriormente así que tocaba hacer los afluentes.
La Canal de Mika está equipada desde hace muy poco, por los alumnos del Certificado de Profesionalidad de Guía por Barrancos Secos y Acuáticos de ADFOS.
Para acceder hay que hacer la misma aproximación que para el barranco del Rincón del Olvido y una vez llegamos al collado subir la pequeña cresta que hay a la izquierda. La cresta está equipada con parabolts para progresar asegurado, pero nosotros no creímos que estuviese peligrosa, así que llegamos a la instalación del primer rápel sin hacer uso de las cuerdas.
En este punto empezamos el descenso de la canal, que consta de cuatro rápeles encadenados, siendo el más largo de 25 metros.
No tuvimos problemas al descenderlos, pero hay que decir que son arrampados y que pasan por pedreras, por lo que hay que tener un poco de cuidado en no tirar piedras a los compañeros.
La Canal de Mika termina en el cauce del Rincón del Olvido, antes de haber hecho ningún rápel, así que lo remontamos para ir a buscar su afluente.
No hay que remontar mucho cuando surge una senda la vertiente contraria a a la de la Canal de Mika. Avanzamos por la senda y al poco llegamos al afluente.
No hay que remontar mucho cuando surge una senda la vertiente contraria a a la de la Canal de Mika. Avanzamos por la senda y al poco llegamos al afluente.
En su inicio tiene bastante vegetación y nos hizo dudar un poco, pero bajando por la margen izquierda en poco tiempo dimos con la primera instalación.
Esta primera instalación dispone sólo de un punto y sirve para acercarse a lo más interesante del barranco, un rápel volado de 25 metros que pasa por una cueva que se ve desde lejos.
Después quedan cuatro rápeles más hasta llegar al cauce principal, el del Rincón del Olvido.
Ya en este barranco, sólo nos quedaba hacer su último rápel. Al terminar este, sale una clara senda hacia la izquierda que nos conduce de regreso hacia el coche.
Ya en este barranco, sólo nos quedaba hacer su último rápel. Al terminar este, sale una clara senda hacia la izquierda que nos conduce de regreso hacia el coche.
Como no podía ser de otra manera, para rematar esta salida barranquista, fuimos a Benilloba. Allí dimos buena cuenta algunos de los platos típicos de la zona, antes de emprender el camino hacia casa.
Redacción: Roberto
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