La semana fallera pintaba mal meteorologicamente hablando. Finalmente en Valencia capital no llovió tanto como se esperaba, la lluvia se cebó mas en las comarcas del sur de Valencia y norte de Alicante, activando de nuevo los barrancos de esta zona.
Roberto propuso en el Foro de Quedadas descender el domingo el barranco de Fleix, el viernes aun llevaba agua.
A última hora se cambió de destino. Al parecer el caudal disminuía muy rápido y posiblemente no llegara para el domingo. Así que el nuevo destino era el clásico Abdet. Pero ya que íbamos a la zona, uno se queda corto, así que decidimos descender también el Salt del Molí en Benilloba.
La gente del club es muy fallera y con muchas ganas de fiesta, así que apartaron los barrancos por un fin de semana.
A la actividad solo me apunté yo (Andrés). Después de mas de un mes con la lesión del pié, estoy que me subo por las paredes, y ya es hora de tocar algún barranco acuático para ir probando como evoluciona. Así que quedamos Rober y yo.
Fuimos directos al Salt del Molí. Llegando al parking ya vimos que el agua saltaba por encima de la carretera, cosa que hace un mes estuvimos allí y el agua no saltaba por encima y el barranco ya iba fuerte (crónica Salt del Molí)
Fuimos a ver la represa y también el agua la sobrepasaba, ya vimos que no era factible su descenso, pero ya que estábamos allí fuimos a ver el último rapel, y pudimos confirmar que el descenso no era factible.
Nos fuimos al pueblo del Abdet y le propuse a Rober descender el Fanalic, el nunca lo ha descendido.
El parking es común tanto para el Abdet como para el Fanalic. Estaba a reventar de coches y gente con neopreno. Ya nos los esperábamos, así que nos fuimos directos al Fanalic y hacíamos tiempo a que se despejara.
El Fanalic llevaba agua pero tampoco demasiada.
Tiene dos posibles lineas de rapel, ambas dos por fuera del agua. Una a la izquierda orográfica con pasamanos y fraccionamiento y la otra a la derecha directa. Toda el agua va por el centro canalizándose y cogiendo bastante velocidad. Queríamos bajar por allí pero no encontramos ninguna instalación, así que improvisamos una la cual se descendía por todo el activo hasta la poza de recepción.
Fue un acierto bajar por ahí, lo pasamos en grande luchando con la fuerza del agua.
El resto del barranco estaba bastante bonito con ese caudal y sin ningún movimiento que llegara a ser peligroso.
Volvimos al parking y ya estaba mas despejado. Sin apenas detenernos en el coche continuamos hacia la cabecera del Abdet, donde aprovechamos para dar un bocado antes de entrar. Justo en ese momento apareció otro grupo. Sin perder ya tiempo entramos delante.
Fuimos progresando y nos encontramos con otro grupo, nos dejan pasar. Llegamos al inicio de la parte estrecha, el agua estaba tres dedos por debajo de la marca, es la primera que Rober y yo lo pillamos así.
Vamos progresando y nos volvemos a encontrar con otro grupo compuesto por seis personas (tres chicos y tres chicas). Cual es mi asombro cuando veo a dos chicas y uno de los chicos sin casco, y una de ellas tiritando del frió y con gafas de sol.
Irónicamente le pregunto que si los cascos se han quedado en casa, a esto me contesta una de las que llevaba casco "no, no teníamos suficientes", ¿CÓMO?, esto es alucinante, se meten en un barranco sabiendo que iban sin caso, no que se les había olvidado no, sino consciente-mente.
UNOS CRÍAN LA FAMA Y OTROS CARDAN LA LANA.
Los adelantamos, salimos del barranco, nos cambiamos y al bar a merendar.
Al tiempo apareció por el bar este grupo sin casco, y ni siquiera se dignaron a dar las buenas tardes o un simple "hola".
Para mí fueron los primeros barrancos acuáticos después de la lesión. Me costaba bastante progresar, ya que no veía bien donde apoyaba el pie, y cualquier torcedura podría ser fatal. Lo que de normal no nos cuesta ni un ápice ni le damos importancia, en mi estado fue una progresión muy delicada. No sabemos lo que tenemos hasta que no lo perdemos......
Redacción: Andrés.
Roberto propuso en el Foro de Quedadas descender el domingo el barranco de Fleix, el viernes aun llevaba agua.
A última hora se cambió de destino. Al parecer el caudal disminuía muy rápido y posiblemente no llegara para el domingo. Así que el nuevo destino era el clásico Abdet. Pero ya que íbamos a la zona, uno se queda corto, así que decidimos descender también el Salt del Molí en Benilloba.
La gente del club es muy fallera y con muchas ganas de fiesta, así que apartaron los barrancos por un fin de semana.
A la actividad solo me apunté yo (Andrés). Después de mas de un mes con la lesión del pié, estoy que me subo por las paredes, y ya es hora de tocar algún barranco acuático para ir probando como evoluciona. Así que quedamos Rober y yo.
Fuimos directos al Salt del Molí. Llegando al parking ya vimos que el agua saltaba por encima de la carretera, cosa que hace un mes estuvimos allí y el agua no saltaba por encima y el barranco ya iba fuerte (crónica Salt del Molí)
Fuimos a ver la represa y también el agua la sobrepasaba, ya vimos que no era factible su descenso, pero ya que estábamos allí fuimos a ver el último rapel, y pudimos confirmar que el descenso no era factible.
El parking es común tanto para el Abdet como para el Fanalic. Estaba a reventar de coches y gente con neopreno. Ya nos los esperábamos, así que nos fuimos directos al Fanalic y hacíamos tiempo a que se despejara.
El Fanalic llevaba agua pero tampoco demasiada.
Fue un acierto bajar por ahí, lo pasamos en grande luchando con la fuerza del agua.
El resto del barranco estaba bastante bonito con ese caudal y sin ningún movimiento que llegara a ser peligroso.
Fuimos progresando y nos encontramos con otro grupo, nos dejan pasar. Llegamos al inicio de la parte estrecha, el agua estaba tres dedos por debajo de la marca, es la primera que Rober y yo lo pillamos así.
Irónicamente le pregunto que si los cascos se han quedado en casa, a esto me contesta una de las que llevaba casco "no, no teníamos suficientes", ¿CÓMO?, esto es alucinante, se meten en un barranco sabiendo que iban sin caso, no que se les había olvidado no, sino consciente-mente.
UNOS CRÍAN LA FAMA Y OTROS CARDAN LA LANA.
Los adelantamos, salimos del barranco, nos cambiamos y al bar a merendar.
Al tiempo apareció por el bar este grupo sin casco, y ni siquiera se dignaron a dar las buenas tardes o un simple "hola".
Para mí fueron los primeros barrancos acuáticos después de la lesión. Me costaba bastante progresar, ya que no veía bien donde apoyaba el pie, y cualquier torcedura podría ser fatal. Lo que de normal no nos cuesta ni un ápice ni le damos importancia, en mi estado fue una progresión muy delicada. No sabemos lo que tenemos hasta que no lo perdemos......
Redacción: Andrés.
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