Esta es la humilde crónica de un grupo de tracaleteros que con el fin de ir a comerse una mariscada a Calpe se levantaron a las 7 de la mañana un bonito y frío día de invierno e hicieron 360 km hasta la hermosa zona de Benissa. La propuesta, para tener la cuartada perfecta, un pequeño barranco llamado “Barranco del estrecho de Cardos o Pas de Nury”, ubicado en Pinos.
Las horas de coche se multiplicaron cuando este intrépido grupo, (Loli, Andres, Salva, Roberto, Sevi y Soro) seducido por el afán de aventuras, decidió dirigirse hasta otro barranco de mayor exigencia y longitud “Barranco el Fort” en Guadalest. Un intento fallido por las estropeadas condiciones de la pista.
Sin mas dilación regresamos a la idea original y nos adentramos en el barranquito de poca chicha, con tan solo cinco rapeles y una longitud máxima de rapel de 17 metros.
Un barranquito corto y sencillo que nos entretuvo con un último rapel guiado a través de la gran marmita.
Con ganas de mas, el grupo decide remontar el barranco que había quedado previamente instalado. Pertrechados de puños y pedaletas, crolls y ganas de escalar fuimos saliendo alegremente con la sensación de haber hecho algo de la nada.
Un divertido día entre amigos rematado con una gran comilona de bichos marinos.
¡Aventura y risas garantizadas!
Redacción: Carlos Soro
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