Como cada año en el club Tracalet, se celebra en un lugar diferente de España la campaña de barrancos que en este 2018 fue en Asturias del 7 al 11 de Julio.
La casa rural se encontraba en un pueblo/aldea de Cardes, a unos pocos minutos de la conocida Cangas de Onís. Fue el lugar elegido por la cercanía de los mejores barrancos que teníamos pensado realizar.
Lo integrantes este año fueron, por orden de llegada Mario y Marta que llegaron un par de días antes que el resto y realizaron los barrancos de Foz de Tolivia, Beyu Tres Puniellos y Foz de Rio Vallizon. El día 7 llegamos Andres, Loli, Rafa, Lucia, Diego, Xevi y servidor y al día siguiente llego el resto, Jorge, Silvia y Sevi.
La noche de nuestra llegada nos desplazamos a Cangas de Onís para empezar a degustar los manjares locales, cachopos, sidras y bien de patata frita natural, como debe de ser, para coger fuerzas para el día siguiente.
El día 8 realizamos los barrancos de Tivoli y Andamios que son dos barrancos del mismo cauce separados por un tramo que se recorre por la carretera de acceso a la cabecera, evitando así el tramo sin interés. Con la combinación de vehículos, accedimos a la cabecera por la carretera que va en paralelo al barranco.
Una vez equipados comenzamos el barranco que no tiene apenas dificultad técnica con el rapel mas largo entre 18 – 20m, salvando lo resbaladizo de la roca que hacia estar en tensión y alerta en cada pisada. El barranco como todos los de la zona vestido de verde frondoso y a tramos con poca luz.
En general un barranco de carácter abierto con algún tramo estrecho entre altas paredes con algunas cascadas muy bonitas.
El retorno inmediato, dos minutos de subida a la carretera que te deja en un bar del que hicimos buen y merecido uso.
De regreso a casa y de nuevo a Cangas a reponer fuerzas.
El día 9, que ya estábamos todos los integrantes del grupo nos fuimos a por la joya de la corona, el Barranco Causacas integral. Era el barranco más alejado de todos por lo que madrugamos algo más y en hora y media llegábamos a la zona del barranco.
Aquí sin posibilidad de combinación de coches tuvimos algo más de una hora de subida intensa que en el último tramo se complico por el barro que llegaba a hundir por completo la bota y a la que no estuviera bien sujeta se quedaba atrapada en el barro. Además de esto la gente se empezó a dar cuenta de que tenían garrapatas en su cuerpo con el mal rollo que eso puede generar.
Una vez llegado a la cabecera, nos equipamos y al lio.
EL barranco con algo más de 20 rapeles, siendo el más largo y espectacular de unos 32m, empieza muy cerrado con paredes altas, redondeadas y bien esculpidas con rapeles continuados entre una poza y otra. El caudal era tranquilo por lo que pudimos disfrutar bien de este gran barranco.
En la segunda parte del barranco más abierta y bien acompaña de frondosa vegetación termina con un espectacular tobogán y un último rapel que pone fin al barranco,
En la última parte del barranco nos encontramos con un grupo de chicos de 12-13 años que estaban de campamento realizando barranquismo.
Al terminar, paramos en un hotel con jardín en el que nos dimos un merecido refrigerio.
De vuelta a casa decidimos cenar pasta que se había comprado en la comida común para quedarnos relajados en casa. Una rica cena.
Antes de eso y como cada día después de volver con los equipos mojados utilizamos un hórreo que tenía el dueño de la casa para escampara los trajes y dejarlos a secar.
EL otro barranco realizado al día siguiente fue el Carangas, que nos costó un poco localizar desde la carretera el final del barranco ya que no era muy abierto y tenias que fijarte bien. Una vez localizado y con combinación de coches la cabecera estaba a 10 minutos.
Día caluroso y por suerte que corría algo de agua para refrescar la actividad. El barranco de carácter vertical con rapeles muy seguidos y unas vistas preciosas.
Personalmente me quedo con una poza en la que daba la sensación de estar en una de esas piscinas infinitas…..Un rincón especial de esos que hacen esta actividad única por el privilegio de poder disfrutar de estos rincones de la naturaleza.
Rapel tras rapel llegamos a una poza bastante podrida que logramos sortear y al llegar al último rapel con una pared inclinada que acababa en cuña sobre otra pared y llena de bichos, arañas, culebras y…….vamos la salida del infierno. De ahí en 2 minutos en la carretera y coche.
A casa y a despedirnos de Asturias con otra rica cena en Cangas.
Por motivos varios no todos los integrantes de esta campaña descendieron este barranco. Solo Silvia, Jorge, Sevi y Andrés se adentraron en este corto cañón.
Corto y facil pero con abundante agua todo el año.
Solo se utilizó la cuerda en un rapel, el resto fueron todo saltos.
En hora y media se hizo la aproximación, descenso y retorno.
Corto y facil pero con abundante agua todo el año.
Solo se utilizó la cuerda en un rapel, el resto fueron todo saltos.
En hora y media se hizo la aproximación, descenso y retorno.
Tocaba la parte más dura del viaje, la despedida de estas bonitas tierras y la larga vuelta a casa.
Sin duda unos días geniales en buena compañía, disfrutando de los paisajes y manjares asturianos.
¡Hasta el próximo año!!!!!!!!
Redacción: Jordi
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