Para el sábado 22 de Agosto Estela propuso ir a la Sima del Cavall en Cocentaina, pero al final se cambió el plan. Ante la proximidad del curso deespeleo, que todos los años imparte el club, se decidió ir a Olocau para hacer un poco de turismo subterráneo (jajajajaja) y a la vez comprobar el estado de las instalaciones.
A las 8.30 estábamos aparcados en la C/ Eras Altas Angel y yo esperando a Estela y Jose, esta vez les perdonamos el retraso ya que pararon en un horno por el camino y nos trajeron una ensaimada gigante rellena de chocolate (gracias chicos, estaba riquísima).
Sobre las 9.30 empezamos a subir el Monte Maimó. Un recorrido un tanto duro por su inclinación, el peso de las cuerdas y el calor que empezaba a hacer. Una vez en la boca de la cueva, nos preparamos y se decide descender la parte Norte de la cueva. Hoy el encargado de instalar es Ángel.
Nos adentramos por un estrecho pozo de unos 10mal que le sigue una rampa y otro pozo de 10m, este
último un poco más ancho que el anterior. Continuamos descendiendo hasta llegar a la sima Penya Roja de 35m, esta termina sobre una rampa de unos 60m. que enlaza con la Sala del Carburo, situada en la zona sur de la cueva.
Nosotros seguimos descendiendo unos 10m. para terminar en la sima de 25m. que nos llevará hasta los -103m. (máxima profundidad de la cueva). En este pozo Ángel instaló dos deviadores en natural. Una vez bajo recogimos el material que nos cayó durante el descenso.
Aunque hace solo 10 meses que la visité por primera vez, ya que es una de las cuevas que se practica en el curso, lo único que recordaba es queera bastante complicada y que no me gustó nada.
A día de hoy pienso muy diferente. He disfrutado como una enana en sus pozos y estrecheces, enganchones de arnés, mono y equipo en las paredes, y como no, viendo los diferentes espeleotemas que nos ofrece esta cavidad tectónica que son súper bonitos. Me ha dejado muy buen sabor de boca y a partir de hoy entra en mi lista de favoritas.
A pesar de que salí sin fuerzas, con moratones y rasguños varios en mi cuerpo y con una de las paredes y sus formaciones uva clavadas en mi espalda (en el momento que vi mi espalda, sentí que era una réplica exacta de la cavidad, jajajajajajaja)
El día no acaba aquí, teníamos que reponernos del calor y sobreesfuerzo que hicimos. Así que paramos a darnos un baño, tomar unas cervezas y saquear el embutido y queso en casa de Ángel (comimos y bebimos como unos verdaderos muertos de hambre, jajajajaja) .
Ainhoa, Ángel y familia, muchas gracias por preocuparos por nosotros, por vuestra hospitalidad y prepararnos ese arroz caldoso
Redacción: Aurora
Fotografías: Aurora
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