En este curso de iniciación a la espeleología éramos 12 intrépidos cursillistas con altas dosis de curiosidad y ganas de aprender.
Algunos de ellos ya venían del curso de barrancos y otros eran totalmente noveles, no obstante, los monitores y organizadores nos supervisaban, ayudaban e incluso nos mimaban en todo momento.
El curso se desalloró en el mes de Octubre, durante 3 fines de semana y siempre bajo las medidas de seguridad y distanciamiento por la Covid.
Primer Finde.
El curso empezó en nuestras casas, pues antes de ir a una primera clase teórica los cursillistas debíamos haber leído y pasado los test de la plataforma Online.El primer fin de semana de actividad nos daba la bienvenida un viernes tarde con la clase teórica donde nos explicaron la historia de la espeleología y del club tracalet, además de las técnicas de descenso, ascenso y manejo de aparatos.
Al día siguiente por la mañana pusimos en práctica estos conocimientos en el polideportivo de Vinalesa, en la pared del frontón equipada como espeleodromo.
Posteriormente, por la tarde nos desplazamos a La cavidad de Cirat, en Montan. Aquí nos equipamos con los " monos de trabajo" para descubrir una cavidad en la que no hacía falta el uso de cuerdas. Este fue el primer contacto que tuvimos con una cueva, donde disfrutamos de destrepes, trepadas, oposiciones, gateras, pasos estrechos y descubrimos algunas formaciones. Al acabar la cavidad, hicimos una cena de sobaquillo en el exterior de la cueva, seguida de las conversaciones técnicas y brebajes peripitosos que finalmente acabaron en un profundo y placentero sueño en la boca de la cueva, donde la temperatura era mucho más agradable que en el exterior.
Al día siguiente estuvimos practicando cuerda en las paredes de Jerica, donde nos hicimos expertos en manejo de aparatos ascenso / descenso y pasos de cuerda fraccionados.
Segundo Finde
Después de una clase teórica online el viernes por la tarde, el sábado por la mañana nos pusimos mano a la obra.En esta ocasión fuimos a la sima l'escola Gandia por la mañana, donde aprendimos a superar los desviadores.
A media tarde llegamos al refugio de fuente huesa en Enguera, donde una vez organizada la intendencia por los voluntario del club, encendimos unas buenas brasas cenamos una barbacoa para recuperar fuerzas.
Al día siguiente nos enfrentamos a la sima de la Cebolleja, donde por primera vez superamos pasamanos , varios desviadores y remontamos varios metros de cuerda.
Tercer Finde
En esta ocasión fuimos a la sima del Cavall, donde ahora sí, nos convertimos en unos verdaderos espeleologos. La sima tanto en la entrada como en la salida, tenía su complejidad y pasos estrechos.Estamos muy contentos y agradecidos al club, que decidió realizar el curso dadas las circunstancias. También a los monitores y voluntarios que nos ayudaron en el curso y con toda la logística.
Las experiencia fue muy buena y esperamos poder seguir compartiendo salidas y aventuras con el club.
Redacción: Marc y Marilena
Fotos: Marc
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