Varios compañeros de Tracalet nos habían recomendado esta cueva por estar bien equipada y como las cosas buenas, tener que esperar al final para ver las formaciones más interesantes.
Así que allá que nos fuimos, con la baja de un compañero que ya la había hecho, con lo que nos tocó “explorar” más de lo que pensábamos (que te mejores pronto!!)… Finalmente el grupo quedó conformado por Yolanda y Hugo (cursillistas de 2021), Carlos (nueva incorporación al club en 2022), Salva y Víctor.
Primero para llegar a la boca, muy recomendable utilizar un track pues el sendero no lleva hasta la misma y tiene al menos 3 bifurcaciones donde te puedes perder. Hicimos una batida significativa pero gracias a Carlos llegamos a la boca con sólamente 1 hora de retraso más o menos. Nos equipamos rápido y para abajo.
Siguiendo la última topografía que encontramos de 2019 fuimos progresando por la parte más “seca” de la cueva. No tiene pérdida hasta una especie de caracol que asciende levemente y continúa con 2 anclajes naturales y una “Y”. A partir de ese punto todo se vuelve más interesante.
Hay varias reseñas ya de este club y externas, con lo que no nos extenderemos en las mismas. Los naturales están bien seleccionados y los químicos bien puestos (incluso en ocasiones reasegurados “de más”) con lo que la progresión es segura.
Sólo unas cuantas apreciaciones más internas que otra cosa. Marc, sí hay estrecheces… No son de las de me quiero morir… pero están… Ésta te la devolveremos ¡¡prometido!!!
En el natural que inicia el pasamanos de los desfondes “del Pas de Tomas” no es intuitivo mirar la pared y es fácil continuar por la vertical como si se tratase de un desviador. Ojo porque justo en el suelo del desfonde hay una pequeña poza detrás de un bloque que tiene un spit oxidado en la pared y puedes pensar que la cueva continúa por ahí.
Aunque se indica cuerda de 50+40+90, fuimos con 55+50+90 (+20 por si acaso) y el final de +90 se nos quedó algo corto y tuvimos que poner la de 20. Como idea, podría ser interesante usar 55+50+50+50. Con eso la desinstalación es más rápida y operativa para no tener que mover una cuerda de 90m hasta casi el final y volver.
Instaló Víctor con ayuda de Salva y desinstaló Carlos (que descubrimos que es una máquina de trabajar) también con la colaboración de Salva. Un gran equipo.
Al final salimos alrededor de las 18,30h tras unas 7 horas de actividad y contentos por la experiencia. Yolanda y Hugo se portaron e hicieron toda la progresión con seguridad y recordando lo aprendido en su curso de iniciación.
Hay que llevar cuidado con la vuelta porque al ir por el cauce de un arroyo hay tramos donde es fácil marcarse un resbalón.
¡Hasta la próxima!
¡Hasta la próxima!
Redacción: Víctor
Fotos: Carlos
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