sábado, 9 de marzo de 2024

Barranco Cagarnero (Onil) 02/03/24




Día de club. Encuentros, risas, chistes, anécdotas y comida. Ah, y un barranco, que se me olvidaba comentarlo. Porque después de todo, y cuando todo pase, de lo que nos acordaremos fundamentalmente será de los buenos ratos que pasamos hablando de todo y de nada tras alguna actividad.

A Minerva se le ocurrió proponer hacer una visita al Mesón el Viscayo de Castalla, y como actividad se optó por un barranco corto pero entretenido: el Cagarnero. 

Quedamos a las 8:30 en Massanassa Sevi y su hijo, Sonia, Chema, Emma, Carlos, Marc, Minerva y yo. Arreglamos coches y nos ponemos en camino porque hemos quedado en Castalla para tomar café con Javi y Sara, unos amigos de Alicante, que se unirán a pasar el día. 

En Castalla ya y tras el paso de rigor por la cafetería, acometemos el acceso al barranco. Corto y fácil ya que se aparca en la misma carretera. Y nos encontramos con otros amigos! En esta ocasión, no se unirán a nuestro grupo pero nos acompañarán ya a lo largo de todo el barranco. Les cedemos la cabecera para no entorpecer a Santi y los suyos, y vamos ya accediendo al barranco. Camino agradable a la solana. Primero entre campos de cultivo y para seguidamente y ya en cuesta, pasar a la pinada mediterránea típica de la zona de Alicante. 

Enseguida comienza lo bueno: ferrata de acceso que nos coge por sorpresa. Ni fácil ni corta. No hay grapas, trepamos en pasos de escalada con buen canto sobre placa tumbada y con algún pasito que te hace pensar. Un placer!

                                                                                

                                  

                             

Alcanzamos de esta manera el vértice geodésico y enseguida empieza el barranco a través de un rapel de 50 fraccionado. Decidimos montar en doble al ser un grupo numeroso por el tema roce, y en un rato estamos en el suelo.











Realmente es un chiquipark. Tirolinas y puentes cosen los apenas 100 metros de barranco. Ya la cosa de antemano estaba planificada para hacer una actividad cortita e ir a por la gazpachada, así que todo el hierro montado para el disfrute de propios y extraños, se queda ahí para otra ocasión. Acométemos el descenso por la vía rápida y con un par de destrepes y otros tantos rápeles, queda ventilado el asunto. 

Retorno sencillo por la misma senda de ida, y a por lo importante del día: los gazpachos de Castalla.

Entre vinos, cervezas, embutidos, gazpachos, frutas e infusiones, discurre un rato la mar de agradable y en muy buena compañía. Se habla de la vida, de los momentos del día, de las impresiones de cada uno, de los planes futuros. Risas, chistes, batallitas…a fin de cuentas a lo que hemos venido: a pasar un buen rato con gente buena ante un buen plato.

Día de club!!




Fèlix

1 comentarios:

Victor dijo...

Un dolçet d'activitat