Finde Barranquista en CUENCA. Poyatos - Portilla o Gallizno.

El fin de semana después de Pascua, 6 de nosotros nos animamos a aprovechar las lluvias y explorar los barrancos de Cuenca, tambien para ir hacoendo el cuerpo de cara a la concentración en Huesca. Disfrutamos de un clima excelente y pudimos comenzar el sábado, nada mas llegar, con el Barranco de Poyatos. Tras una corta aproximación, donde nos cruzamos con un pequeño grupo de senderistas, el descenso comenzó en una zona encajonada. Después de varios rápeles, llegamos a una zona más abierta con un rápel de 20 metros que ofrecía unas vistas inigualables.

Durante el retorno, antes del último rápel en la presa, algunos nos animamos a repetir unos saltos. Para ello, tuvimos que remontar un poco el cauce o trepar por la orilla. Luego, retomamos los últimos metros de un largo paseo por el cauce abierto, camino de la presa final donde nos esperaba el último rápel con la cascada, antes de salir hacia los coches para disfrutar de una merecida comida. Cerramos la actividad con el refrigerio habitual en los coches y completamos la reposición de energías en el hotel con una buena cena de cocina local. El domingo, después de la partida de Salva y un generoso desayuno, comenzamos el barranco de Portilla o Gollizno. Desde el parking, tuvimos unos 30 minutos largos de aproximación con una cómoda pendiente que cruzaba el arroyo varias veces.

Al llegar a la cabecera, entramos en el agua y a pocos metros nos encontramos con el primer rápel. Con reuniones algo expuestas, pudimos practicar los pasamanos de cara a la concentración en Guara. Tras el tercer rápel, el barranco comenzó a estrecharse, y un caos de bloques da paso a la zona de los estrechos, más sombríos debido a sus altas y lisas paredes. Entre los dos primeros rápeles de los estrechos, se apreciaban algunos rayos de sol que se colaban desde lo alto, acompañados de largas enredaderas que colgaban.

Las instalaciones se complicaron ligeramente con pasamanos con puntos intermedios y en algunas tuvimos que aproximarnos a la reunión por oposición. El último rápel, muy encajonado, nos devolvió a la senda de inicio para el retorno a los coches. Asi pues, fue un fin de semana bien aprovechado y que nos permitio tambien disfrutar de unos paisajes de verdes campos salpicados de amapolas.