martes, 20 de agosto de 2024

Campaña de Exploración 2024 - BEJES , Picos de Europa.

Campaña de Exploración 2024 Decidimos ir a la cavidad VL-52, ubicada en la zona del Vao de los lobos a una altura de 1.712 metros. Los objetivos de la campaña eran: Comprobación del estado de las instalaciones y reequipación de las mismas en caso necesario. Llegar a punta de la cavidad para valorar la continuidad. Comprobar el estado del sifón terminal para tomar mediciones de caudal y valorar continuación. Extracción de restos de exploraciones anteriores.

Los miembros exploradores fueron Vicente Montalar “alias Pimpollo patriarca de Bejes”, Chema “el carga mulas” y Marc “el Presi sense coneixement”. Primera Jornada. El porteo. El campamento se instaló en el lugar conocido como Mieses, junto a un abrebadero para el ganado. Se hicieron los porteos pertinentes para dejar todo el campamento instalado durante la primera jornada. La jornada resultó ser agotadora pues el sol abrasador y viento sur con 38 grados , siendo el día más caluroso del año nos acompañó durante toda la jornada.
La sorpresa fue que el abrebadero junto al campamento donde teníamos previsto aprovisionarnos de agua no manaba, por lo que nos vimos obligados a subir el agua desde el pueblo.
Segunda Jornada. Toma de contacto. Después de un buen desayuno, preparamos todos los equipos de instalación , casi 200 metros de cuerda, más 20 kg de ferralla y empezamos la aproximación. Después de una hora de caminata y bajo una intensa niebla nos damos cuenta que llevábamos el rumbo equivocado pues aunque habíamos ganado mucha altura estábamos en la vaguada contraria. Tras un despeje de la niebla nos situados y después de descender para atacar la loma correcta, empezamos la gran subida. La niebla volvió a hacer acto de presencia para dificultarnos otra vez la localización de la boca. Finalmente y gracias a un claro de sol de duración inferior a 5 segundos , “el patriarca de Bejes” quitándose el sombrero de paja y mascando el palillo, exclamó: “la boca está ahí damunt! Ja la he vist “. Corregimos de nuevo el rumbo y llegamos por fin a nuestro destino.
El cansancio hizo acto de presencia , no obstante, nos equipamos para instalar los primeros metros de la cavidad y empezar a comprobar las instalaciones, las cuales se mantenían en su mayoría en buen estado. Dejamos los equipos en la torca y empezamos a realizar el descenso hasta el campamento. La reparadora cena y los manjares de intendencia hicieron que recuperáramos fuerzas para la siguiente jornada.
Tercera Jornada: La exploración. Hoy día fuerte de la campaña. Para nuestra sorpresa el mal tiempo empezaba a acorralarnos por arriba del campamento con una llovizna persistente y por debajo con una intensa niebla.
Sin embargo, como ya conocíamos el terreno pudimos con menos dificultades que la jornada anterior, llegar a la boca sin problemas. Volvimos a entrar a la cavidad y con Vicent liderando el descenso, llegamos a la base del impresionante pozo de 90metros pasando 4 fraccionados hasta el río subterráneo.
Al ser una cavidad activa, el Pimpollo aprecia que ha cambiado desde la última visita, probablemente debido a las fuertes lluvias y crecidas de hace un par de años. Se comprueba aguas arriba la cavidad donde después del caos de bloques se llega al sifón que no permite el avance. Agua fría, cristalina y pura perfecta para rellenar nuestras cantimploras, y poder tener agua en el campamento.
Aguas abajo, el pimpollo nos guía por el precioso meandro joven, digno de una gran travesía cántabra. Pozas, cascadas y sinuosas eses nos hacían avanzar por el mismo sintiendo el frío del agua en las piernas. Una vez en la punta comprobamos que el paso estrecho estaba como lo recordábamos .
Ya de vuelta , nos reequiramos para ascender el largo y lluvioso pozo , sacando con nosotros materiales de antiguas exploraciones. Las manos frías y los pies mojados hicieron que la subida costará un poco más de lo habitual. Ya en la salida, algunos miembros perdieron dos tallas de pantalón y otros se quitaban el arnés bailando el hula hoop. Llegamos al campamento con la última sombra del día y aún no nos habíamos sentado a reposar la lluvia intensa hizo acto de presencia. Durante la cena, las cataratas del meandro reaparecieron dentro de la tienda comedor, pero a base de orujo y choricillos criollos nos fuimos a dormir calentitos.
Cuarta Jornada: el hundimiento. Nos dimos cuenta que algo no iba bien cuando despertamos flotando en nuestras esterillas y la lluvia persistente no nos abandona tampoco por el día. Habiendo caído el campamento no queda más remedio que pasar una jornada a remojo y dividirnos. Una parte de la expedición subió a la boca a recuperar los equipos, y la otra se quedaría recogiendo el campamento y así vigilando que el arroyo y la fuente que ahora parecían el reventón de los chorros de Río Mundo, nos nos llevará valle abajo nuestro refugio campamento .
Quinta Jornada: El disfrute. Compartimos las fiestas de Bejes, gastronomía y costumbres lugareñas. Como unos aldeanos más, participamos en las fiestas del pueblo colaborando con su organización.